miércoles, 31 de marzo de 2010

ADICCIÓN AL CELULAR

El uso inmoderado del teléfono celular o móvil es una clase de adicción a la tecnología que puede contribuir a desarrollar actitudes de dispersión, ansiedad e intolerancia e incluso actitudes delictivas para financiar la adicción. Son más vulnerables las personas jóvenes, que desean tener siempre la última versión tecnológica, con lo que sienten que mejora su status y su autoestima, y no pueden tener ratos de silencio y de soledad, que permiten pensar, hacer tareas cotidianas, dedicar un tiempo a la lectura o ser más uno mismo.  

1.- Teléfono en todas partes: cuando la persona no puede separarse del celular ni para ir al baño, en clases, o reuniones familiares.

2.- Actitud de malestar: Cuando se siente molesto si se le olvida el celular en algún lugar o carece de dinero o crédito para que siga funcionado.

3.- Cambios en hábitos: Cuando modifica hábitos de sueño por hablar a altas horas de la noche.

4.- Se desconecta del "mundo real": Su mundo es la comunicación por el móvil, pero existe una total lejanía de las personas que lo rodean, ya sea su familia, trabajo o escuela.

5.- ¿Es un experto?: Su ansiedad por llamar o recibir mensajes y tener lo último en tecnología le crea una sensación de que se ha convertido en un "experto" del aparato.

6.- La factura del celular: Cuando el pago de tarjetas o cuentas supera el gasto mensual presupuestado para este servicio.

7.- Actitud delictiva: Llega a cometer algunos hurtos para poder comprar un teléfono o pagar la renta del teléfono móvil.

8.- Un síntoma de adicción tecnológica es por ejemplo dedicar más de diez horas a un videojuego.

9.- Un adicto a la tecnología puede ser quien envía en promedio por celular doscientos  mensajes diarios.

10.- Un estudio realizado en España entre dos mil doscientos jóvenes,  se encontraron signos de adicción tecnológica en un setenta por ciento.

11.- Puede considerarse afectado por la tecnología si a diario navega por Internet ocho horas o más.

12.- Añadimos que una persona con adicción al celular se la pasa llamando, enviando mensajes, o si no, mirando permanentemente la pantalla para ver si alguien está llamando.

Ahora se ha vuelto frecuente que durante reuniones que requieren concentración, actos religiosos, proyecciones de cine, etc. se solicita a los asistentes que apaguen sus teléfonos celulares para no interrumpir a los demás y permitir su misma concentración.

La tecnología –el celular entre ellas- representa un gran avance en la modernidad, pero lo natural es usarlo de una manera normal, sin ansiedades, para urgencias o asuntos de verdadera utilidad, como negocios, o para informar brevemente su ubicación e indicar hacia donde se dirige, si por ejemplo tiene una cita o a otra persona necesita decirle algo especial.

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